Deliverect, el empuje de Fat Barbies en la pandemia

Juancho Martini, venezolano, cocinero y socio de Fat Barbies, un restaurante con comida orgánica, ecológica, a la brasa y ahumada de Barcelona. Poco ha pasado desde que este local abriera sus puertas en 2018, pero mucho ha llovido y muchas cosas han cambiado desde entonces. Con todo, algo sigue igual: Martini tiene claro qué ofrece a sus clientes.  «En 2018 abrimos Fat Barbies con un concepto: Fuego, humo, cocina artesanal. Productos de cercanía, carne ecológica y un método artesanal de ahumado y de brasa, es decir, leña local».

También tiene claro cómo ofrecer sus productos: «Nosotros nos involucramos en todo el proceso. Todo lo hacemos nosotros y controlamos los productos y el proceso. Servicio cercano, honesto, desenfadado. Un lugar íntimo, rústico, este es nuestro concepto estético. Hemos pretendido evocar el sentimiento de una cabaña, de esa intimidad. Los materiales que utilizamos son madera, hierro… todo muy primario, muy tenue», concluye el venezolano.

El desafío del delivery

Sin embargo, a veces en los negocios de restauración no es suficiente con tener un buen producto para triunfar, y este es el caso de Fat Barbies y otros negocios que se tuvieron que enfrentar a las condiciones de una pandemia cuando el negocio estaba despegando. En este contexto de principios de 2020, la mayoría de negocios cerraron, pero Fat Barbies buscó una solución para no tener que bajar la persiana demasiado tiempo: «No era una opción para nosotros cerrar y ya. Cerramos una semana y eso se tradujo en que luego abrimos y había muy pocos restaurantes abiertos en Barcelona y fue una locura. Pensamos, qué hacemos con esta realidad. Tú tienes una nómina, un equipo, unos pagos, unas deudas… en ese momento lo que se podía hacer era delivery».

Dicho y hecho, Fat Barbies comenzó a ofrecer sus productos a domicilio a través de diferentes plataformas. Pero este no fue un camino de rosas, y es que un cambio de tal magnitud en un negocio no puede sino necesitar ajustes para volver a funcionar: «Empezamos en Fat Barbies Bailén. Lo teníamos abierto, vendíamos X y a raíz de la pandemia vendimos 10 veces más. Una semana antes de la pandemia empezamos a trabajar con el delivery. De alguna manera, teníamos un producto muy viable para el delivery, como puede ser una hamburguesa y un bocadillo. Amoldamos y aumentamos la propuesta que teníamos para el delivery».

«A día de hoy el delivery supone entre el 20% y el 25% de nuestras ventas»

Deliverect, una herramienta clave para Fat Barbies

Martini sabe por qué Deliverect fue clave en ese camino hacia un delivery que funciona y que sirve para salvar el negocio en plena pandemia: «Fue un caos operativo total. Pero con Deliverect mejoramos la gestión, pasamos de ingresar el pedido manualmente a unificar todos los cambios de una carta en todas las plataformas. En su momento llegaron a ser 6 plataformas. Deliverect te lo hace de manera automática. Esto ahorra tiempo y evita errores».

Además de hacer hincapié en el papel de Deliverect para unificar la comunicación con las empresas de delivery, el socio de Fat Barbies también destaca otros aspectos de la herramienta como los paneles de Deliverect: “la gráfica es importantísima para ver qué artículos satisfacen más, cuáles vendes y cuáles no. Esto es muy útil para las estrategias de venta, para crear platos y menús más aptos y rentables».

«Deliverect unifica y traslada al punto de venta. Todos los tickets salen a la cocina, esto es clave»

La gestión de los menús de las diferentes plataformas a través de Deliverect también ha sido fundamental para este restaurante de platos a la brasa. «Era una pelea, el tiempo que le lleva a una persona escribirlo todo, cambiar descripciones, precios… eso es dinero que dejas de cobrar. Eso multiplicado por 5 plataformas».

Herramientas como Deliverect son una inversión

Martini es consciente de que herramientas como Deliverect son fundamentales para mejorar las ventas y hacer que el negocio mejore: «Los restaurantes tienen márgenes bastante apretados y más en el delivery. Cada euro cuenta, pero las herramientas para el delivery son una inversión». Razón no le falta.

A pesar de que Fat Barbies vuelve a ofrecer sus platos en su establecimiento y el delivery supone aproximadamente entre el 20% y el 25% de su facturación total a día de hoy, no titubea al recomendar la herramienta que le ayudó a sacar su negocio a flote en plena pandemia: «Estoy contento y satisfecho. Recomendaría Deliverect a cualquier restaurante que trabaje con delivery. No he sentido la necesidad de buscar la competencia». Al fin y al cabo, como él mismo dice, «Deliverect fue una necesidad imperativa, en ese momento en que el delivery era nuestro único canal de venta; a día de hoy sigue siendo fundamental para nuestro restaurante». Para eso está Deliverect, para solventar los problemas de sus clientes.